El DNI electrónico de España es un ejemplo de referencia para algunos países europeos, desde el proyecto inicial, hasta la tecnología, la infraestructura, la seguridad y todos los aspectos de logística y expedición que le rodean, es un logro del que tenemos que estar orgullosos como país y que refleja el nivel de nuestras empresas en el campo de la seguridad, en concreto en el de la identidad digital.
Sin embargo se percibe un cierto parón en el impulso para su extensión entre los ciudadanos. No debe ser un mero instrumento de identificación física, sino que se tiene que trasladar sus beneficios al uso cotidiano del mismo en la Sociedad de la Información. Aportando las ventajas seguridad que el documento tiene.
Para que el DNI-e cumpla sus objetivos es esencial trasladar al ciudadano la confianza en él, no solo como elemento de identificación física y presencial, como venía siendo con el DNI tradicional, sino un instrumento de seguridad esencial en su identificación en el mundo digital y sobre todo, para la realización de todo tipo de tramites telemáticos, tanto de ámbito administrativo como privado, utilizando su firma electrónica que tiene la misma validez que la firma manuscrita.
Se deberían desarrollar servicios pilotos que proporcionaran ventajas a los ciudadanos utilizando en ellos el nuevo DNI-e. Que popularizaran su uso.
El mayor reto para la administración, es que el ciudadano conozca realmente los usos avanzados del DNI-e. Hoy poco más del 5% de los nuevos usuarios del DNI-e conoce realmente la clave de su documento. Para ello hay que desarrollar urgentemente campañas en la opinión pública que popularicen sus ventajas y su utilidad.
Pero también en paralelo, hay que trabajar en el fomento y desarrollo de aplicaciones para su uso, tanto en las diferentes administraciones públicas, que deben ser prescriptores en este ámbito, como en la esfera privada.
Es necesario promover el desarrollo de herramientas que permitan el uso ciudadano del DNI-e y facilitar a las empresas la adaptación de sus soluciones telemáticas. Ya hay iniciativas en marcha, sobre todo en el ámbito de las Cajas de Ahorro, pero deben desarrollarse políticas de extensión en otros ámbitos privados.
En definitiva creo que hace falta un golpe de timón por parte de los responsables en esta materia. El Ministerio del Interior ya ha terminado la extensión a todas las comisarias de las unidades para su obtención. Sólo habría que pedirle que adelantará la fecha prevista, el 2014, para la renovación del último DNI no electrónico. Ahora es la hora de trabajar de otros ministerios, el Ministerio de Administraciones Públicas, extendiéndolo en todas las Administraciones y desarrollando servicios pilotos para su popularización y el Ministerio de Industria fomentando su uso y apoyando el desarrollo de soluciones telemáticas de las empresas. Si la coordinación depende de la Vicepresidencia segunda, le corresponde poner a trabajar a todos los implicados en la administración.
Sería una pena que esta iniciativa pionera en Europa, tan importante para el desarrollo de la Sociedad de la Información en España, para el uso intensivo y seguro de Internet, como medio para ampliar la competitividad de nuestras empresas, etc., se quedara sin fuerza a mitad del camino.
Sociedad de la Información 
Martín, totalmente de acuerdo .. como bien sabes, los tiempos on importantes en el desarrollo de proyectos complejos como el DNI-e, y se hace necesario evaluar bien cuándo es el mejor momento. Ahora empezamos a tener una masa crítica importante de DNIe en España. A finales de año habrá más de 8 millones de DNI-e (el país más avanzado en esto); y puede ser el momento para lanzar las actividades de fomento de uso en las que estamos diseñando diferentes departamentos desde hace meses .. de haberlo lanzado antes, no hubieran sido efectivas
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Yo te voy a decir lo que, en mi opinión es el GRAN fallo del DNIe: SU IMPOSICIÓN. El Gobierno se creyó, aplicándose al lema de las luces, «todo para el pueblo, pero sin el pueblo», con derecho a imponerlo. Craso error. Si es tan ventajoso, ¿por qué se impone? ¿por qué se obliga al ciudadano a custodiar unos certificados emitidos y válidos incluso cuando expresamente no quiere usarlos? Yo desconfío de la seguridad del DNIe. Es más, desconfío del DNI, con y sin e. ¿Por qué el DNI ha de contener mi dirección? ¿Y si no tengo o no quiero tener una dirección fija? ¿Por qué un documento orientado a la identificar al portador ha de incluir su domicilio, de forma que cualquiera a quien se lo tenga que mostrar se entera de dónde vive? Y como desconfío del DNI, que en muchos países, y con razón, no existe: en el Reino Unido se intentó implantar y retrocedieron ante el rechazo general de la población, pues también desconfío del DNIe y de su imposición y de la de sus certificados impuestos. En definitiva, nadie puede creer que el gobierno imponga algo que sea muy ventajoso, así que es razonable desconfiar de las «ventajas», y es razonable pensar que la obligación obedece a desventajas que se ocultan. Por tanto: emítanse DNI que sean únicamente electrónicos cuando el ciudadano así lo solicite, y daremos un paso en la confianza basada en el respeto al ciudadano.